Con el avance de la tecnología, la industria cultural y el arte se han visto en la necesidad de reformular las estrategias de venta y distribución de sus contenidos. En los últimos años, las películas, libros, música y obras de teatro fueron más consumidas por las personas desde plataformas digitales. Una práctica que se popularizó durante la pandemia, acercando el arte a quienes no podían salir de casa e impulsando el consumo de los servicios streaming.

Recientemente, músicos, productores y compositores a nivel mundial firmaron una carta abierta señalando que algunas plataformas y desarrolladores estaban haciendo un mal uso de la IA al entrenar modelos que reproducen música sin licencia de derechos de autor, lo que consideraban como un sabotaje a la creatividad humana. No obstante, en la misiva también señalaban que los artistas consideraban que la IA podría impulsar enormemente la creatividad en cuanto al desarrollo de experiencias emocionantes para los fans, siempre y cuando sea usada de forma responsable.

Con la masificación de la Inteligencia Artificial, estas herramientas también pueden ser de gran ayuda para impulsar la industria cultural, no solo en Chile, sino a nivel global, ya que a diferencia de como muchos creen, la automatización de los procesos no reemplazará la creación humana, sino que liberará de tiempo a los artistas para que se concentren más en su trabajo. Por esta razón, en el Día de la Creatividad y la Innovación reflexionamos sobre el papel de la tecnología para aportar a la producción artística y a la economía creativa.

Si ponemos nuestra atención en las herramientas de edición gráfica y audiovisual, el uso de estas soluciones permite crear, corregir y perfeccionar obras, así como acelerar los procesos de producción o posproducción de algún contenido visual, musical, plástico, etc. Lo mismo ocurre si pensamos en la realidad virtual o aumentada, una tendencia que ya se usa en museos y teatros para crear experiencias inmersivas en exposiciones o puestas de escena.

Con respecto a la predicción de tendencias o adaptación de la producción cultural, las herramientas de IA pueden ser usadas para ajustar propuestas artísticas a las preferencias de los usuarios. Una ventaja que también puede aprovecharse para definir estrategias de marketing digital, con campañas virales en redes sociales, para promocionar eventos culturales y generar interés a la comunidad.

Definitivamente, las tecnologías tendrán un efecto en la industria creativa. Un escenario que dependerá de cómo se usen estas herramientas. Sin embargo, podemos decir que así como el conocimiento y la creatividad están en constante evolución, nuestra experiencia cultural se transforma con el tiempo, a medida que interactuamos con nuevas formas de arte, medios digitales y expresiones creativas.

(*) Ricardo León: Director del Centro de Estudios Digitales de Fundación País Digital